jueves, 23 de junio de 2011

La ciencia como sistema complejo adaptativo

Toda ciencia se construye a partir de leyes naturales, es decir, tiene como principal objetivo la descripción de los vínculos permanentes entre causas y efectos que existen en la naturaleza. Estos vínculos han sido asociados a las funciones matemáticas estableciéndose así un poderoso método de descripción que se emplea tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales. Como ejemplo de ley natural causal podemos mencionar a las leyes básicas del mercado:

a- Cuando aumenta el precio de un producto, disminuye su demanda (por parte de los consumidores).
b- Cuando aumenta el precio de un producto, aumenta su oferta (por parte de los productores).

Además de este tipo de ley natural, existen también los “sistemas complejos adaptativos”, que en realidad son sistemas de realimentación negativa. En ellos, los efectos controlan (retroactivamente) a las causas que los producen buscando cierta estabilidad asociada a un determinado objetivo.

Siguiendo con el ejemplo anterior, y teniendo presente que el aumento de la oferta tiende a presionar al precio a disminuir, mientras que el aumento de la demanda tiende a presionarlo a subir, tenemos que la diferencia entre la oferta y la demanda actúa como un lazo de realimentación que tiende a estabilizar el precio determinando también una oferta y una demanda estabilizadas. Podemos hacer una síntesis de los procesos mencionados:

1) Sistemas simples: las causas producen efectos

2) Sistemas complejos adaptativos: las causas son controladas por los efectos (retroactivamente) en la búsqueda de cierto objetivo (bajo una condición de estabilidad).

Tanto los sistemas simples como los complejos admiten una relación del tipo respuesta/estímulo que ha de caracterizar su comportamiento.
Los sistemas complejos adaptativos tienen la particularidad de adquirir información del medio que lo rodea. Así, los seres vivientes encuentran regularidades y establecen modelos descriptivos teniendo presente una posterior adaptación. Si existen diferencias apreciables entre el modelo elaborado y la realidad, proponen otros modelos para que se reduzcan esas diferencias. Si se elabora más de un modelo, se considera que compiten hasta que, mediante una selección, se elige a uno de ellos.

Como un ejemplo adicional podemos mencionar el proceso de adaptación cultural del hombre respecto del orden natural. En este caso podemos presuponer la existencia de un sistema complejo adaptativo que tiene como objetivo nuestra adaptación a las leyes que conforman el orden natural (si existen leyes, podemos hablar de la existencia de cierto orden).

Como, por lo general, es grande la diferencia entre el hombre en proceso de adaptación y el hombre totalmente adaptado, debemos aumentar nuestro nivel de conocimientos para reducir esa diferencia. Esta tendencia está asociada al “principio de complejidad-conciencia” propuesto por Pierre Teilhard de Chardin. A mayor información, mayor adaptación y mayor nivel de conciencia en el ser humano.

En cuanto al lazo de realimentación, que tiene presente el objetivo (plena adaptación) y lo compara con el estado real del hombre (en proceso adaptativo) podemos considerar a los profetas y a los filósofos, que dan sugerencias éticas tratando de acercarnos al objetivo aparente que genera y motiva el proceso de adaptación cultural de la humanidad.

Con todo ello vemos la potencia del método. Si deseamos hablar sobre filosofía de la historia, o acerca de la finalidad aparente del universo, debemos basar nuestra discusión en un sistema complejo adaptativo similar al descripto. Si adoptamos este procedimiento es posible pasar de la filosofía de la historia a la ciencia de la historia. Podemos decir que, si las ciencias sociales aspiran a mejorar tanto en su nivel de precisión como en su grado de eficacia, se deberán tener presentes, además de las leyes causales, a los sistemas complejos adaptativos.

En cuanto a la ciencia experimental, podemos también considerarla como un sistema realimentado. Si denominamos como R a la realidad existente, o a una parte de ella, mientras que con M(t) designamos a los modelos establecidos para su adecuada descripción, tenemos presente que R no cambia en el tiempo (leyes naturales invariantes) mientras que los modelos propuestos sí han de cambiar.

El lazo de realimentación será el individuo capaz de observar tanto a R como a M(t) para efectuar su comparación determinado el error existente, es decir: Error = R − M(t). Esta es la esencia del método experimental por cuanto tal error será determinado en forma experimental. La magnitud del error indicará al científico si debe aceptar el modelo propuesto, mejorarlo o bien reemplazarlo por otro.

Este proceso, conocido como de “prueba y error”, es la base de una posterior teoría del conocimiento. Karl Popper escribió:

“Aunque he limitado mi discusión al desarrollo del conocimiento en la ciencia, mis observaciones son también aplicables, creo que sin muchos cambios, al desarrollo del conocimiento precientífico, es decir, a la manera general en que los hombres, e incluso los animales, adquieren nuevos conocimientos fácticos acerca del mundo. El método de aprendizaje de ensayo y error –de aprender de nuestros errores- parece ser fundamentalmente el mismo, ya sea practicado por animales más o menos desarrollados, por chimpancés o por hombres de ciencia. Mi interés no se dirige meramente a la teoría del conocimiento científico, sino más bien a la teoría del conocimiento en general. Ahora bien, el estudio del desarrollo del conocimiento científico es, creo, la manera más fructífera de estudiar el desarrollo del conocimiento en general. Puede decirse que el desarrollo del conocimiento científico es el desarrollo del conocimiento humano ordinario amplificado” (De “Conjeturas y refutaciones”-Editorial Paidós SA-Barcelona 2001).

El conocimiento individual opera bajo el mismo principio adoptado por la ciencia experimental, que podemos sintetizar en la siguiente secuencia:

a) Encontrar regularidades acerca del medio a describir (leyes)
b) Establecer modelos tentativos
c) Comparar dichos modelos con la realidad descripta
d) Si la diferencia es grande, volver al primer paso o al segundo tratando de reducir el error.
e) Rechazar los modelos que presenten mayores errores.

En cuanto al comportamiento social del hombre, R será esta vez el conjunto de aspectos inherentes a nuestra esencia humana, también regido por leyes naturales, mientras que M(t) serán los modelos establecidos para su descripción (dentro del ámbito de la psicología, principalmente). A partir de la descripción hecha, se habrá de sugerir una acción concreta que modifique, al menos en parte, nuestra actitud característica, o nuestra visión respecto de la vida. Podemos decir que existirá entre las ciencias sociales y las sugerencias éticas concretas una relación similar a la existente entre ciencia y tecnología. Así, una teoría científica describe leyes naturales, mientras que la tecnología propone soluciones para una mejor adaptación a partir del conocimiento de tales leyes, mientras que una teoría del conocimiento describe leyes, asociadas esta vez a nuestro comportamiento, mientras que una teoría de la acción ética propone un comportamiento adecuado para una mejor adaptación.

Hemos visto que tanto la economía, como el proceso de la evolución cultural, como la ciencia experimental, el propio proceso del conocimiento individual y la mejora ética derivan, en principio, de adecuadas descripciones de sistemas complejos adaptativos, por lo cual es conveniente tenerlos presentes a la hora de establecer teorías en el ámbito de las ciencias sociales. Murray Gell-Mann escribió:

“La investigación en las ciencias de la complejidad, no sólo intenta desentrañar el significado de lo simple y lo complejo, sino también las semejanzas y diferencias entre los sistemas complejos adaptativos implicados en procesos tan diversos como el origen de la vida, la evolución biológica, la dinámica de los ecosistemas, el sistema inmunitario de los mamíferos, el aprendizaje y los procesos mentales de los animales (incluido el hombre), la evolución de las sociedades humanas, el comportamiento de los inversores en los mercados financieros y el empleo de programas y/o equipos informáticos diseñados para desarrollar estrategias o hacer predicciones basadas en observaciones previas”.

“Lo que tienen en común todos estos procesos es la existencia de un sistema complejo adaptativo que adquiere información acerca tanto de su entorno como de la interacción entre el propio sistema y dicho entorno, identificando regularidades, condensándolas en una especie de «esquema» o modelo y actuando en el mundo real sobre la base de dicho esquema. En cada caso hay diversos esquemas en competencia, y los resultados de la acción en el mundo real influyen de modo retroactivo en dicha competencia” (De “El Quark y el Jaguar” Tusquets Editores SA – Barcelona 1995)

En cuanto al controvertido tema de la competencia entre seres humanos, promovida a veces, y rechazada otras veces, podemos decir que las decisiones humanas que promueven una mejor adaptación harán uso de una selección o competencia cooperativa, mientras que las acciones que apuntan a vencer a otros hombres sin que exista algún tipo de mejora adaptativa, harán uso de una competencia destructiva.